¿Hay algún tipo de persona que es esta propensa a unirse a un culto ? No.
A raíz del reportaje que la periodista, Alejadra Matus, publicó en The Clinic, sobre la logia o secta que lideró el cantante “Tito Fernandez”, en el que se detallan los testimonios de tres mujeres que lo acusan por abuso y violación sexual, queremos explicarte por qué ninguna de nosotras esta libre de unirse a algún grupo de estas características, en alguna etapa de nuestra vida.
Lo primero que queremos decir, es que las personas que se unen a este tipo de cultos informales no son tontas, raras, locas, de voluntad débil o tienen alguna enfermedad psiquiátrica. Basta con que estemos pasando por un período de crisis existencial, económica, agotamiento, stress o inseguridad, entre otros. Esto quiebra nuestra autoestima y rompe nuestra relación con el orden establecido, lo que sumado a un(a) líder carismático, persuasivo y con un grupo de seguidores sólido puede sonar como una oportunidad para pertenecer a un grupo y trascender.
A continuación, un checklist para identificar comportamientos típicos de un grupo sectario que puede dañar a sus seguidor@s:
- El grupo muestra un compromiso excesivamente celoso e incuestionable con su líder y (ya sea que esté vivo o muerto) considera su sistema de creencias, ideología y prácticas como la Verdad, como ley.
- Los cuestionamientos, las dudas y la disidencia son desalentados o incluso castigados.
- Las prácticas que alteran la mente (como la meditación, el canto, el hablar en lenguas, las sesiones de denuncia y las rutinas de trabajo debilitantes) se usan en exceso y sirven para suprimir las dudas sobre el grupo y sus líderes.
- El liderazgo dicta, a veces con gran detalle, cómo deben pensar, actuar y sentir los miembros (por ejemplo, los miembros deben obtener permiso para salir, cambiar de trabajo, casarse, o los líderes prescriben qué tipo de ropa deben usar, dónde vivir, si deben o no), no tener hijos, cómo disciplinar a los niños, etc.).
- El grupo es elitista, reclamando un estatus especial y exaltado para sí mismo, su líder (s) y miembros (por ejemplo, el líder es considerado el Mesías, un ser especial, un avatar, el grupo y / o el líder está en una misión especial para salvar a la humanidad).
- El líder no es responsable ante ninguna autoridad (a diferencia de, por ejemplo, maestros, comandantes o ministros militares, sacerdotes, monjes y rabinos de las principales denominaciones religiosas).
- El grupo enseña o implica que sus fines supuestamente exaltados justifican cualquier medio que considere necesario. Esto puede hacer que los miembros participen en conductas o actividades que hubieran considerado reprobables o poco éticas antes de unirse al grupo (por ejemplo, mentirle a familiares o amigos, o recaudar dinero para organizaciones benéficas falsas).
- El liderazgo induce sentimientos de vergüenza y / o culpa para influir y / o controlar a los miembros. A menudo, esto se hace a través de la presión de los compañeros y formas sutiles de persuasión.
- El grupo está preocupado por traer nuevos miembros y hacer dinero.
- Se espera que los miembros dediquen cantidades excesivas de tiempo al grupo y a las actividades relacionadas con el grupo.
- Los miembros más leales (los “verdaderos creyentes”) sienten que no puede haber vida fuera del contexto del grupo. Creen que no hay otra forma de ser y, a menudo, temen las represalias para ellos mismos o para los demás si se van (o incluso consideran abandonar) al grupo.
Cuídate y cuida a tus seres queridos
Una realidad de la que poco se habla.
Tengo 40 años, obviamente ya no soy la más joven de la manada, pero soy una mujer y lamentablemente crecí creyendo que las diferencias en la sociedad eran normales. Como la mayoría de las mujeres he pasado por situaciones por las cuales siento rabia al recordar, aun más hoy que tengo una hija. Leer más...
Foto Gian D.